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martes, 17 de febrero de 2009

Guía de aditivos para jabones artesanales

Guía de aditivos para jabones artesanales

Elaborar jabones en casa, de un modo artesanal y a nuestro gusto, es tan fácil como ponerse manos a la obra. Sólo requieres las herramientas necesarias, algunos materiales y las pautas de trabajo. Básicamente necesitas derretir la base moldeable, añadir fragancias, color y otros aditivos, verter la mezcla en el molde y dejar enfriar. Es decir, se trata de un sistema muy sencillo con el que puedes ir experimentando hasta lograr resultados cada vez más atractivos.


Guía de aditivos
Los aditivos alteran el comportamiento de una pastilla de jabón. Se usan para hacer que el jabón sea más suave, untuoso, espumoso, duro y con mayor acción limpiadora. Los aditivos también se emplean para hacer proyectos artesanales más complejos. Aquí te ponemos una lista de los más frecuentes, con el efecto que producen y la medida recomendada de cada uno por cada 1/2 kilo de jabón:

Alcohol: 1-4 cucharadas. Permite ablandar el jabón. En el producto final tiende a perderse la fragancia y puede resecar la piel. Si añadimos demasiado, el jabón obtenido se acabará deformando con el tiempo.

Cera de abeja: 28 gr. Consigue endurecer el jabón y hacerlo menos claro. La cera de abeja tiene un punto de fusión más alto que el del jabón. Derretiremos la cera de abeja por separado y la añadiremos al jabón derretido cuando esté muy caliente. Ten cuidado, porque la mezcla de jabón y cera puede estar lo suficientemente caliente como para deformar el molde.

Mantecas y aceites: hasta dos cucharadas. Produce un jabón más emoliente. Si nos excedemos en su uso, subirá a la superficie del molde y el jabón producirá menos espuma, además de oscurecerse.

Glicerina: 1-2 cucharadas. Tiende a ablandar el jabón y a hacerlo más emoliente, pero también hace que 'sude' y esté pegajoso. Generalmente se recomienda la glicerina sólo si queremos modelarlo previamente.

Lanolina: 1 cucharadita. Hace el jabón más emoliente, lo endurece ligeramente y también puede enturbiarlo.

Jabón líquido o champú: 1-2 cucharadas. Consiguen potenciar la espuma, pero también oscurecen el jabón.

Agua salada (una parte de agua por dos de sal): de 1 cucharada a 1 taza. Endurece el jabón, pero si le añadimos la sal directamente, puede resquebrajarse. Tendremos que calentar un poco el jabón para disolver totalmente el agua salada.

Sorbitol: 1-2 cucharadas. Es el mejor aditivo para ablandar, aunque en exceso el jabón quedará pegajoso.

Resolución de problemas

Las técnicas de la elaboración artesanal del jabón son muy sencillas y hay muy pocas cosas que puedan ir mal. A continuación, se definen los problemas más frecuentes con los que se puede encontrar un principiante.

Si el jabón se agrieta o se resquebraja es por sobrecalentamiento. También puede suceder por pérdida de humedad o porque haya estado en el congelador o a temperatura ambiente en el exterior durante el invierno. Para solucionarlo, basta con añadir un 5% de agua o un 10% de glicerina y volver a derretirlo.

Cuando se derriten los objetos que incorporamos al jabón es porque éste está demasiado caliente o los objetos son demasiado finos. Lo tendremos en cuenta evitando elementos demasiado frágiles y usando el jabón más frío. También puede pasar que los objetos se salgan de la pastilla obtenida. Para evitarlo, pulverizaremos con alcohol los elementos antes de echarlos a la base jabonosa o probaremos con jabón más caliente.

Asimismo, cuando se introducen los aditivos a un jabón demasiado caliente, éstos pueden quedarse al fondo de la pastilla. No sucederá si dejamos enfriar el jabón lo máximo posible antes de ponerlo en el molde. Podemos probar añadiendo una cucharada de agua helada al jabón justo antes de ponerlo en el molde, para que se enfríe más rápidamente.

Si el jabón se cubre de un líquido pegajoso o tiene una textura algodonosa es porque la glicerina atrae la humedad del aire y hace que aparezcan gotas en la superficie. En el caso de que esto suceda, pasaremos un trapo sin pelusilla por el jabón, lo pulverizaremos con alcohol y lo envolveremos en plástico.

Cuando el jabón huele raro suele deberse al uso de una base jabonosa de mala calidad o a un sobrecalentamiento (olor a quemado). Evitaremos el problema cambiando de material y cuidando la temperatura de la cocción. También puede surgir una especie de copos de nieve cristalinos debido a la baja calidad de la base. Para solucionarlo, volveremos a derretirla y añadiremos un cuarto o media taza de agua por cada medio kilo de jabón.

También podemos tener incidencias con el colorante. El jabón puede desteñir (colorantes solubles en agua) o quedarse opaco (no soluble en agua). Para evitarlo, lo mejor es cambiar de colorante por uno soluble o no soluble, dependiendo del problema